13 de agosto de 2011

Lágrimas


Sólo soy una pequeña gota de agua, ligeramente salada, creada a partir de una explosión de sentimientos en un corazón humano. La gente piensa que soy algo espectacular, ¡se han dicho montones de cosas sobre nosotras! Se nos compara con exquisiteces, fragmentos del más bonito cristal, sentimientos líquidos, emociones en forma de agua, pero en realidad, no somos más que eso, lágrimas. 

Hay gente que piensa que estamos almacenadas o algo así en algún lugar, algo que se podría llamar reserva de emoción pero eso no es cierto, simplemente somos creadas cuando se dan las circunstancias, cuando hay un cúmulo de emociones que necesita marchar por algún sitio, salir fuera. Entonces nacemos, con una función muy clara y concisa: desfogar al humano del que salimos. La mayoría de las lágrimas nacen y mueren el mismo día, nacen, y se deslizan por la mejilla de la persona que las engendró, llevando con ellas una emoción. Entonces o se secan aún en la piel, o se caen, al suelo, a las piernas cuando están sentados, a los pies… y allí se evaporan.

Pero hay algunas que, cómo yo, tenemos un destino diferente. Yo me creé hace ya un tiempo, estaba destinada a ser una lágrima de frustración e impotencia, dado que mi humano se sentía inútil, inservible. Entonces, creó algunas lágrimas, bueno, mejor dicho, nacimos sin pedirle permiso, sin que pudiera evitarlo, simplemente, su sentimiento se arremolinaba entorno nosotras, pidiendo a gritos una forma de desahogar este profundo dolor. Pero él no deseaba que saliéramos: le daba vergüenza llorar, le hacía sentir débil. Así que nosotras, llenamos sus ojos y yo estaba a punto de caer… pero él reprimió el impulso de llorarnos. Inspiró aire, y deseó con todas sus fuerzas recuperar su compostura, y canalizar la frustración que sentía de alguna otra forma. Seguramente sería de ira, con violencia, pero nosotras ya no pintábamos nada. Aún así, habíamos sido creadas y tragadas por él. ¿Ahora que? ¿Tenía que sentirme mal por no haber cumplido mi misión como lágrima? No había nadie que dijese que yo era cómo un pétalo de rosa blanca, nadie me compararía con ese destello de luz pura, porque no había llegado a ser lágrima del todo.

Hay algo que no he comentado antes, que es de cierta importancia: mucha gente, la mayoría, nos asocia con el sufrimiento y el dolor, pero hay muchas lágrimas que nacen para destilar emoción, para ser participes de la alegría de una persona, para transmitir un ataque de risa descontrolado.
Bueno, la cuestión es que yo me quedé deambulando por su ojo, reflexionando sobre todo esto mientras esperaba una ocasión de salir, otro colapso de sentimiento en su cabeza, algo que lo hiciera llorar.
Ahora que había podido pensar qué somos las lágrimas, empezaba a sentirme algo, porque, quieras o no, somos más que gotas de agua, somos mucho más que esas engreídas gotas de lluvia que dicen que de ellas nacen manzanas… en nosotras mueren sentimientos, así como nacen emociones. 

Somos capaces de hacer cambiar las cosas, de transmitir lo que nunca se podría expresar con música o palabras. Algo muy simple puede despertar en los humanos esa necesidad de nosotras.
Y en aquél momento deseé ser una lágrima de alegría, de un séquito interminable de carcajadas, de tener el poder de divertir a la persona que era mi “padre”. Una lágrima que no se recordara con la vergüenza de: "Lloré, no pude evitarlo, aún soy un niño", sino que fuera más cómo: "Dios mío, que risa, ¡si lloré y todo!" Quería sentirme una lágrima útil, una lágrima que hiciera feliz al hombre que me lloraría, no que le hiciera sentir dolor. Quería transmitir los mas bonitos sentimientos, quería ser recordada como una bella lágrima nacida de la alegría de un corazón desbocado.

No puedo saber por qué seré llorada, y sólo lo sabre segundos antes de morir, pero estoy orgullosa de ser lo que soy, porque mientras haya gente que vea que somos “trocitos de alma líquidos”, no tengo por que avergonzarme de ser una lágrima. Y aunque acabe siendo una lágrima de profundo dolor, seré una bonita lágrima que hará comprender a papá que no hay en llorar nada de vergonzoso, que llorar es solo una forma más de expresión.

Aquí acaba mi vida, siento que se acerca el momento de salir, tantas emociones que me rodean y que nos empujan para salir… No volveré jamás, pero marcho siendo una lágrima que se siente feliz de ser quién es, y de ser cómo es.

3 comentarios:

  1. Mentre ho llegia una llàgrima que segurament és d'haver-me emocionat ha caigut. En serio m'encanta, i ja espero que segueixis així Marina. Ets bestial.

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  2. Aquesta història m'encanta, va ser un de les que em vas enviar fa segles i segles i segles (no haviem vist encara a Màximus, o sigui que imagina't xC)

    Ets una màquina escrivint i ja saps que m'encanta :)

    T'estimo germanotta que juga amb taules a la piscina.

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  3. M'encanta, M'encanta, M'encata! Ja la coneixa tmb pero es genial, i molta originalitat (OOH ooh!).

    Continua aixi:)

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